
En palabras del propio Obama, Jobs fue “lo suficientemente valiente para pensar de modo diferente, lo suficientemente osado para creer que podría cambiar el mundo y con el talento necesario para conseguirlo”. Ejemplificó el “espíritu del ingenio estadounidense” y al hacer “los computadores personales y ponernos Internet en el bolsillo hizo la revolución de la información no sólo accesible, sino también intuitiva y divertida“, agregó.
Le gustaba decir que vivía cada día como si fuera el último, y “porque así lo hizo, transformó nuestras vidas, redefinió industrias enteras y logró una de esas raras proezas en la historia de la humanidad: cambió el modo en que cada uno de nosotros ve el mundo” puntualizó el presidente estadounidense.
“El mundo ha perdido un visionario, y puede que no haya un tributo mayor a su éxito que el hecho de que buena parte del mundo se ha enterado de su marcha a través de un ingenio que inventó él”.
Así pues Jobs se ha convertido en un visionario y actor del Siglo XXI. Hay mucho que aprender de él.