Lo que yo no sabía entonces es que al días más tarde, el presidente saliente de la Academia de Cine de España gran director de cine, Alex de la Iglesia, en su discurso de la gala de los Premios Goya, iba a decir algo parecido:
“Dicen que he provocado una crisis y esta palabra en griego significa proceso o cambio y el cambio es acción y el cambio es actuar, nada de lo que valía antes vale ya, las reglas del juego han cambiado”.
Sin pretenderlo Alex de la Iglesia había puesto la palabra crisis en la mira de todos. Como si con los 4 millones de parados no fuese ya suficiente. Pero ese es el poder de las galas televisadas y del morbo de una dimisión anunciada.
Lo cierto es que la explicación semántica de Alex de la Iglesia peca de ser forzada para poder concluir con lo que él quería, esto es con que “las reglas del juego han cambiado” (y… Vd. Sra Ministra de Cultura no se ha enterado).Bueno esto último no lo dijo, claro, pero a buen entendedor…Para los que no estén en el ajo se trata de una polémica con la Ley Sinde de fondo.
Es verdad que la crisis es un proceso, pero no es menos cierto que muchas cosas son procesos y no por ello son crisis. La crisis, insisto, es cuando el proceso- sea el que fuere- ha llegado a un punto crucial y decisivo.
De acuerdo a los orígenes etimológicos del término, la palabra crisis viene del griego κρισις (krisis) y este del verbo κρινειν (krinein), que significa “separar” o “decidir”. Crisis es algo que se rompe y porque se rompe hay que analizarlo. De allí el término crítica que significa análisis o estudio de algo para emitir un juicio, y de allí también criterio que es razonamiento adecuado. La crisis nos obliga a pensar por tanto produce análisis y reflexión.
La crisis o posible “separación” o “rompimiento” es un punto crucial y decisivo. En la medicina es usado para referirse cuando uno esta al punto de la muerte. Es allí entonces donde los doctores tienen que analizar los síntomas y decidir si el paciente vive o muere.
Por cierto, hay una segunda acepción de crisis en griego: “elección”. Dado que la crisis es el momento de la disyuntiva, hay que elegir. Y eso me devuelve a mi punto de partida: las encrucijadas y las bifurcaciones son los espacios de la estrategia, hay que elegir un camino, aquel que mejor prometa llevarnos a nuestros futuro deseado, es decir a nuestras metas.
Pero mas allá de la semántica y la etimología está la sabiduría, y si es eso lo que buscamos y para ello tenemos que remontarnos a la filosofía oriental. Y es así como desde la vieja China recibimos en forma de proverbio una de las mejores lecciones de nuestra vida: “las crisis son oportunidades disfrazadas”.
Esta es una idea de la que participa la Nueva Teoría Estratégica cuando nos dice que debemos pensar más en la articulación social que en el conflicto y en la oportunidad más que en el problema.
Luego si estamos en crisis- y parece que al menos en España sí lo estamos- busquemos con ahínco nuestra oportunidad. Seguro que nos está esperando en cualquier esquina. Suerte y a por ella!.