La NTE deja atrás el conflicto, centra su foco en la articulación social marcando así un gran cambio en la concepción de la estrategia en general. A nuestro juicio la NTE considera la estrategia como un conjunto de directrices y acciones comunicativas en un mundo cambiante que persigue articular la dimensión y condición humana y agregar valor a las organizaciones. Estrategar para construir paz es la vía correcta para generar comportamientos que persigan la sustentabilidad, emociones positivas, relaciones y conectividad entre el individuo y la organización.
Diseñar estrategias de paz, implica tomar al ser humano con su complejidad, respetar su dignidad y convertirlo en actor de armonía dentro y fuera de la organización a la que pertenece. Estas estrategias deben partir desde la comunicación y no al revés.
En el tema de comunicación uno de los grandes retos para construir esa paz individual y social en tiempos del Covid-19, constituye el surgimiento de la pandemia en comunicación denominada: el virus de la desinformación, que en determinados contextos amenaza la institucional de muchos países. La NTE se erige como el paradigma que dará respuestas a una sociedad envuelta en cambios permanentes y con tendencia a la convulsión. Una de las formas es a través de estrategias que fomenten la alfabetización mediática e informacional (UNESCO,2016) que según este organismo consiste en el empoderamiento ciudadano para reconocer el papel fundamental de la información y los medios de comunicación en nuestra vida diaria, como parte central de la libertad de expresión y de información; y que faculta a los ciudadanos a comprender las funciones de los medios de comunicación y de información, a evaluar críticamente los contenidos y a tomar decisiones fundadas como usuarios y productores de información y contenido mediático.
En definitiva, el gran desafío para todos es revitalizar el sentimiento de conexión mutua, que en la actualidad se ve a veces sumamente debilitado. Y solo podremos lograrlo a través de las herramientas de análisis que nos proporciona la NTE.
Referencias:
UNESCO (2016) Alfabetización mediática e informacional. Comunicación e Información