En esta ocasión quiero compartir con el lector algo que considero más intimo: los dos decálogos que he ido confeccionando a lo largo de mi andadura docente/profesional. Algo así como “mis tablas de los mandamientos” pero en versión “terrestre”.Son principios y conocimientos básicos sobre cómo los seres humanos hacemos estrategias y nos comunicamos. Básicos, si, pero no superficiales. Forman parte de esa tendencia, tan mía, de volver a las bases y a “los fundamentos”. Y por eso pueden diferir fuertemente de una gran parte de la literatura al uso. Pero que si fuesen correctos- y eso solo el lector puede juzgarlo- podrían aportarle esa ventaja comparativa que tantas veces buscamos para hacer mejor las cosas.
Mi intención es publicar un principio cada semana para así darles tiempo a Vds. a visitar el blog con calma, leer mi propuesta, reflexionarla y si fuese oportuno rectificarla, retocarla, etc. Lo que quiero decir es que me gustaría que fuese un texto abierto y que Vds. mejoraran esos principios con sus experiencias, sugerencias e intervenciones (ya sea que las envíen al blog o me las hagan llegar por las redes sociales). Al final de las diez semanas de la primera tabla publicaré las dos versiones: la original y la que resulte de sus intervenciones si es que- como sería mi deseo- Vds. se animan y complementan mis propuestas.
Así pues, hoy os comparto el primero de los principios del que se compone este decálogo:
- La vida es relación (la acción no existe, lo que existe es la interacción). Y nos hacemos a nosotros mismos en esa relación dinámica. Somos mucho más fenoma (adaptación) y menos genoma (programa) de lo que hoy se suele pensar.